‘El ángel de la muerte’: El lado siniestro de los cuidadores
- Cuatro Butacas
- 4 nov 2022
- 2 Min. de lectura

Si uno ingresa a la plataforma Netflix, se va a encontrar, gratamente, con la película que está en el primer puesto de preferencia por los usuarios. Argumentos previos ya mostraba al contar con un reparto sólido, pues en él se leen nombres que han alzado el trofeo de los Óscar: Eddie Redmayne, quien ganó en la categoría Mejor Actor en el 2014, y Jessica Chastain, ganadora por ser la mejor actriz en el 2021.
Con estos pergaminos, se hizo interesante para los usuarios optar por escoger ‘El ángel de la muerte’ en su cartelera virtual. Esto significó sumergirse en un drama basado en hechos reales, donde el desenvolvimiento de los experimentados y galardonados actores juega un papel fundamental en los momentos de angustia, gestualidad y tensiones psicológicas. El director danés Tobias Lindholm supo estar a la altura de lo que merecía la historia y el alto nivel de su pool de actores. No es un dato menor que Lindholm ya haya sido nominado a los Premios Óscar años atrás a la categoría Mejor Película Extranjera.
‘El ángel de la muerte’ se centra en el área de emergencias del hospital Parkfield, donde se decide reclutar, de buenas a primeras, al enfermero Charles Cullen (Redmayne), quien contaba con muchas recomendaciones de los nosocomios donde trabajó con anterioridad. Como empleado de piso y de madrugada, es recibido por Amy Loughren (Chastain), una enfermera que tenía todo controlado en su unidad y que al principio no estuvo muy de acuerdo con la incorporación de Cullen.
Sin embargo, Amy logra entablar una buena amistad con Cullen, quien se gana rápidamente su confianza. El forjamiento de este vínculo se dio en el contexto de la muerte de una de las pacientes internadas en el área, Ana Martínez. No obstante, su deceso se produce en el siguiente turno, es decir, durante la mañana. Según las proyecciones de los doctores y enfermeros, Martínez tenía altas opciones de recuperarse y continuar con su vida, a pesar de casi bordear los 80 años de edad. Semanas después de este fallecimiento repentino, el caso llega a las manos de la Policía. Un par de agentes reciben el caso y, sin tener mucha confianza en los representantes y abogados del hospital, deciden indagar más allá de lo que se les tenía permitido.
En una de las entrevistas que hicieron los agentes, Amy les revela que en la lista de medicamente que debían suministrarle a Ana Martínez había doble dosis de insulina. Esto llama la atención de los policías, quienes deciden investigar a Cullen, pues era el otro enfermero que acompaña a Amy Loughren. Y como el que busca, encuentra, los efectivos encontraron antecedentes turbios acerca de Cullen, quien vendría a cumplir con la alegoría del título de la película: ‘El ángel de la muerte’. Se descubre que dentro de las bolsas de insulina el enfermero adicionaba digoxina, una sustancia que provocaba la muerte. A partir de dicho momento, los agentes, en complicidad de Amy, intentar hacer que Cullen confiese no solo ese, sino muchos otros crímenes bajo la misma modalidad.






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