¿Cine ofensivo o inclusivo?
- Laura Alexandra Lujan N.
- 18 oct 2022
- 3 Min. de lectura
El mundo del arte en general ha tenido una evolución constante, y si nos enfocamos en el rubro de la interpretación o actuación debemos saber que los rituales o las odas, fueron el origen del hallazgo de los actores o actrices. Pero, ¿qué ocurre cuando un artista no tiene parecido al personaje a interpretar? La solución llega con la famosa “caracterización”.
Hace poco se estrenó la serie “Contigo Capitán” bajo la dirección de Javier Fuentes-León y Daniel Vega Vidal en Netflix, la historia está basada en la batalla legal que atravesó Paolo Guerrero con la Asociación Mundial Antidopaje para estar presente en el mundial Rusia 2018.
Mira aquí el tráiler oficial de la serie "Contigo capitán" en Netflix
El actor Nicolás Henry Ponce Noriega, más conocido en el mundo artístico como Nico Ponce es el encargado de darle vida al excapitán de la selección peruana, Paolo Guerrero. Los comentarios no se hicieron esperar debido a los rasgos físicos que posee el actor, pero en esta ocasión la audiencia considera que la elección del protagonista no fue la ideal. ¿Por qué?
Ojos verdes, cabello castaño y tez blanca son las tres características principales que no posee Paolo Guerrero, y si por algún momento considera que la descripción mencionada no es inclusiva, se equivoca, ya que, los exigentes espectadores fueron los primeros en remarcar las diferencias entre Nico Ponce y Paolo Guerrero.

Reacciones en redes sociales sobre la serie “Contigo Capitán”:
Hablemos del “Blackface”
El término blackface surge en la era de la esclavitud en Estados Unidos, el clásico “entretenimiento” consistía en interpretar hechos que han marcado historia, a este concepto le agregamos el blackface o cara negra que consistía en caracterizar a los esclavos afrodescendientes con rostros pintados de forma exagerada acompañados de rasgos vulgares.
Pero, si hablamos de cine, ¿éste no ha evolucionado? Al parecer la destreza en tecnología y producciones no se acercan en lo más mínimo al poco tino que poseen los directores generales y de guión para no ser capaces de distinguir las diferencias tan evidentes que existen en el físico entre los actores elegidos versus el homenajeado o al personaje que se interpretará.
Mencionado lo anterior, aterrizamos un poco más, ser diferente no genera ningún problema, en este caso, el problema surge cuando no se han superado etapas o no se respeta. El blackface en Perú ha sido evidente en las últimas producciones reconocidas.
El mérito por dar a conocer nuestra historia se ve empañado por “caracterizaciones” que son tomadas como burla para los afrodescendientes en este caso.
Producciones peruanas que evidenciaron el blackface
Matalaché, 1988. Novela en formato serie escrita por Enrique López Albújar, dirigida por los productores Milan Zecevic y Eduardo Guillot. Consiste en la historia de amor entre el esclavo José Manuel ‘Matalaché’ y la hija de un hacendado piurano.
El primer personaje fue interpretado por Rafael Cabrera, un actor blanco al que se le aplicó el ‘blackface’.

Hairspray, 2012. Obra de teatro que recrea el racismo en la ciudad de Baltimore durante 1962. El musical ha ganado ocho premios Tony y está inspirado en la película de John Waters. La historia cuenta cómo la protagonista, Tracy Turnblad, se opone a la segregación de los bailarines (solo se les permite bailar en un lugar establecido). Peor aún si se trataba de afrodescendientes y personas con sobrepeso.
En Perú, se planteó y llevó a cabo la idea de “maquillar” a los actores ya que en su mayoría (en la obra original) más del 50 por ciento eran personajes afrodescendientes. Protagonistas: Luis Baca y Gisela Ponce de León.

Guerrero, 2016. Película dirigida por Fernando Villarán que narra la historia del futbolista Paolo Guerrero. La controversia llegó con la interpretación de Magdyel Ugaz como “Doña Peta”, madre de Paolo.

Es evidente que el “blackface” se ha interpretado como una burla para los afrodescendientes, los cuales exigen respeto, pero sobre todo valor al trabajo que desempeñan como artistas.







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