‘Togo’: La importancia de los héroes de la calle

Un hombre de tercera edad, apodado ‘Togo’ (Diego Alonso Gómez), se dedica a cuidar una cuadra en la que trabaja, en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Y lo hace lavando carros, cuidándolos, ayudando a cuadrarlos y todo lo que ese digno puesto callejero implica. Es como uno de esos superhéroes discretos de la calle, del barrio, a quien uno subestima o no le toma importancia. Sin embargo, su zona de operación se ve amenazada por un grupo de microcomercializadores de drogas, quienes hacen hasta lo imposible por sacarlo de la calle en que vive (al pie de un árbol) y trabaja.

Este drama social planteado por el director uruguayo Israel Adrián Caetano expone un rol muy conocido en Latinoamérica: el trabajador de la calle, el informal, sin hogar; pero con mucha entrega incondicional hacia los demás. Togo, además de proteger la integridad de la comunidad a la que pertenece, decide acoger a Mercedes, una adolescente que, dada su etapa de la vida, anda sin rumbo y con problemas psicológicos a causa de la edad de sus padres. Cuando ella es expuesta al peligro, aparece, en pocas pero poderosas dosis, el lado paternal de Togo.

Dice Togo tras ver cómo la policía indaga en un caso de suicidio y ve llorar a Mercedes: “Se habla de la muerte cuando hay muerte”. Esta es una de las líneas del valioso guion de la cinta, que es muy equilibrado en cuanto a frases referentes a las complejidades de la vida. Y otra: “No hay familias normales”. Esta última es una frase casi científica, y más aún cuando se trata de referirse al ciudadano latinoamericano.

Si bien el tema de las mafias que comercializan droga no es nuevo, Caetano le da un matiz sin mucha acción o histrionismo en el uso de armas. El protagonista, un boxeador retirado que quedó mal de la pierna en su juventud, se vale de los puños y su bastón para defender a los hampones que intentan eliminarlo. Es en dichas escenas donde se reivindica a Togo en su espíritu luchador, quien no pudo seguir dando golpes en un ring, pero sí a favor de quienes viven en su comunidad.

Tras todo lo expuesto, los pequeños logros que ha conseguido la película número 20 dirigida por Israel Adrián Caetano tiene buen sustento. La cinta se está viendo en 39 países, por lo que tuvo más de 4 millones de visitas en solo cuatro días de estrenada en la plataforma Netflix. Cabe resaltar que todavía no ha pasado por las salas de cine, donde se espera que tenga el mismo éxito.

“La película está en el top 10 de Netflix de varios países. El éxito en las plataformas es muy poco duradero, pero a la vez es valioso", sentenció el director y guionista uruguayo radicado en Argentina en entrevista con CNN. A esto hay que agregarle que este 2022 cumple 30 años dirigiendo películas. Al mismo tiempo, hay que hacer una mención muy honrosa al magistral trabajo del experimentado actor protagónico de Togo, Diego Alonso Gómez, quien ya cuenta su cinta número 12 en la pantalla grande.