‘Un jazzista en clave de blues’: el reflejo de la sociedad actual
- Cuatro Butacas
- 1 oct 2022
- 3 Min. de lectura

Con la llegada oficial de la primavera, aunque en la práctica eso no suceda en Lima, el 23 de setiembre se estrenó la película ‘Un jazzista en clave de blues’, a través Netflix. Pasada una semana desde su estreno, la cinta escrita y dirigida por el estadounidense Tyler Perry ha escalado al quinto puesto de las preferidas por los usuarios.
El éxito en audiencia de la cinta posiblemente se haya debido al conjunto de temas de drama social: racismo, segregación, clasismo y crimen de odio, conjugados con música, cultura afroamericana, baile y el apogeo de la bohemia en Estados Unidos en la década de los 30 y 40.
‘Bayou’ (Joshua Boone) es un joven ciudadano afroamericano que vive dentro de una familia compleja y hostil, en Georgia, donde imperan el machismo y el abuso de autoridad. Su madre, Hattie May (Amirah Vann), es la única que lo defiende de su padrastro y su hermanastro, Willie Earl, quienes siempre tratan de disminuirlo y maltratarlo físicamente.
‘Bayou’, quien tiene reprimido el talento del canto, siendo un adolescente de solo 17 años conoce al amor de su vida, ‘Balde’ (Solea Pfeiffer), a primera vista y emprende en ella un refugio de entendimiento y cariño incondicional. Esto incluye que le haya enseñado a leer y escribir, tara social propia de la época, teniendo en cuenta de que los ciudadanos afroamericanos no tenían mucho acceso a educación y otras oportunidades.
El protagonista no puede concretar su relación con ‘Balde’, y pasan muchos años sin saber nada uno del otro. Sin embargo, un día se reencuentran, cuando las condiciones de vida de ambos ya son distintas. ‘Bayou’ no evita relacionarse nuevamente con su musa, y corren el riesgo de vincularse nuevamente, a pesar de que ella estaba casada con el futuro alcalde anglosajón del condado de Hopewell.
Ya adulto, logra escapar del asedio de la familia y las autoridades blancas del pueblo, y arriba a Chicago, ciudad donde encuentra una oportunidad inesperada: cantar para el mejor teatro de la ciudad, el Capitol Royale. Es ahí donde da rienda suelta a todo el talento que tenía guardado, para luego ganar el dinero que siempre le faltó a él y su familia.
El duro racismo reflejado a lo largo de toda la película es acompañado por el blues, un género musical muy identificado con la comunidad afroamericana. Las canciones que se pueden apreciar en la cinta han sido matizadas con voces pulcras y actuales, en conjunto con los viejos ritmos del blues norteamericano: el de la calle, los barrios y los bares.
Si bien ‘Un jazzista en clave de blues’ deja en evidencia problemas sociales de hace muchas décadas, también nos hace aterrizar en que poco o nada se ha avanzado en aplicar la tolerancia en la sociedad actual. Además de los ingredientes sociales y cuotas de tragedia y crimen de odio, la película expone mucho de la cultura familiar afroamericana y los cuidados que tenían respecto a los ataques de otras personas.
El cineasta Tyler Perry ha conseguido un sueño con el estreno de esta cinta, pues la escribió hace 27 años y es ahora cuando puede verla nacer y desarrollarse. Perry, también afroamericano, ha sabido ser paciente con un tema que, al parecer no tiene un tiempo definido. Claramente, la película podría verse en cualquier década y hacernos sentir que estamos en el presente.






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